Enséñame tus manos
A veces las cosas se tuercen te digo por cierto
y te encuentras frente a ese desierto abierto
con el hielo mudo y el coraje lento
tan viejo como el mismo mundo
el cariño y el despecho,
el camino se hace andando, si
pero un desierto es un desierto.
ya sé por qué le ganó a nuestro labio el silencio,
y es que el reloj no tiene el tiempo
no tiene el miedo
el caso es que no conseguimos aislarnos del resto de
este mundo
donde los humanos, cambian los sueños por aire
dame alguna excusa que nos salve
o que nos traguen siete mares
pero no me quites el coraje.
Enséñame tus manos
abre las palmas que las veas
y ahora, dime si aun te queda un poco de esperanza
en ellas
enséñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño, tanto daño amor.
tal vez por qué para ti solo soy un cero a la izquierda
y no hay manera de que multiplique mi cariño por tus
ganas,
y nos den mas que cero
ya se por qué le ganó a nuestro labio el silencio,
y es que el reloj no tiene el tiempo,
no tiene el miedo,
no tiene el fuego...
no te preocupes, que hoy es domingo y Dios descansa
disfrutemos del momento y de este sitio que nos regala.
Dame alguna excusa que nos salve
o que nos traguen siete mares
pero no me quites el coraje
Enséñame tus manos
abre las palmas que las veas
y ahora, dime si aun te queda un poco de esperanza
en ellas
enséñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño.
Enséñame tus manos...
que las mías se han cansado de intentar coger el
mundo
con los puños apretados...
enséñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño.
ALEJANDRO SANZ: EL TREN DE LOS MOMENTOS
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